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DEMAGOGIA BARATA

miércoles, 21 de septiembre de 2016



Por José Villarino, coordinador local de UPYD Yebes-Valdeluz

Que la culpa de que las madres y padres de Yebes y Valdeluz pasen las de Caín para hacer frente a los gastos extras derivados del inicio del curso escolar es del Ayuntamiento, no se lo cree ni el que asó la manteca. Bueno, sí. Hay alguien que, echando mano de la demagogia más barata y rastrera, riza el rizo. Ofuscados como están en echarle la culpa al equipo de Gobierno de todos los males habidos y por haber en este municipio.

Y para que les salga a cuenta la cuadratura del círculo, a estos del Partido Popular de Yebes no les importa cogérselas con papel de fumar. Esta vez con el recurrente argumento del segundo recibo del IBI que el Servicio de Recaudación de la Diputación de Guadalajara, encargado de establecer los periodos de cobranza de las tasas e impuestos municipales, ha emitido con fecha 20 de septiembre. Un impuesto que, si se fijan detenidamente, mantiene prácticamente inalterable el importe con respecto al del año pasado. Por mucho que algunos se empeñen en ese sórdido ejercicio de repetir una mentira mil veces para que se convierta en verdad.

Con los impuestos de los vecinos no solo se financian los servicios que presta el polideportivo de Valdeluz. También se subvencionan todas y cada una de las actividades culturales, deportivas y de entretenimiento que se organizan a lo largo del año. Y los talleres de ajedrez y manualidades, los cursos de inglés o las escuelas deportivas y de Música o Danza. Por poner solo algunos ejemplos. Y, por supuesto, las convocatorias de subvenciones a los clubes y asociaciones ciudadanas, y las ayudas al estudio que este año han alcanzado a más de 250 familias del municipio.

Cuando alguien recurre al populismo ramplón y echa mano de esa práctica degenerada de concesiones y halagos a cuenta de un ejercicio tan antipático como es el deber de pagar impuestos al que están obligados todos los ciudadanos de bien, es porque no tiene nada mejor a lo que agarrarse. Porque no hay cosa peor en esta vida que ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Y puesto que parece que algunos andan faltos de memoria, tiremos de hemeroteca y hagamos un repaso del culpable de la pérdida real y efectiva del poder adquisitivo de los españoles en los últimos años. También de las vecinas y vecinos de Yebes y Valdeluz, faltaría más. Porque tiene nombre y apellidos, mire usted. En los cuatro últimos años, el PP ha sido el partido que más subidas de impuestos ha llevado a efecto en la historia fiscal de este país. Con las que ha conseguido el mayor volumen recaudatorio en menos tiempo. Una voracidad sin precedentes por obtener ingresos, sin importar su procedencia, que extendió también a una escandalosa amnistía fiscal con la que apenas obtuvo la mitad de los ingresos previstos.

Vamos allá. Llevaba Mariano Rajoy apenas 40 días en La Moncloa cuando perpetró un primer hachazo fiscal al IRPF, el principal caladero de ingresos de Hacienda. A la mayor subida tributaria de golpe en España con el establecimiento de un gravamen complementario para las rentas del trabajo que, en teoría, era para que los más ricos pagaran más pero que en la práctica afectó a todos los contribuyentes, y una tarifa progresiva para el ahorro, le sucedieron casi medio centenar de cambios normativos para aplicar nuevas alzas que ocuparon más de 2.000 páginas en el BOE. Solo en el primer año y medio de legislatura realizó 30 subidas mediante cinco revisiones del IRPF, cuatro del Impuesto de Sociedades, dos del IVA, otras dos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o la renovación del Impuesto de Patrimonio cuando en campaña había anunciado su supresión. En este periodo creó una docena de nuevas figuras tributarias. De ellas, ocho en el sector eléctrico y otras para cobrar el 20% de los premios de las loterías, para los depósitos bancarios o el medio ambiente. Lo peor es que Rajoy anunció que la mayor parte de estas alzas serían temporales para 2012 y 2013 y la mayoría de ellas se mantienen vigentes hoy.

A pesar de que anunció a bombo y platillo que no subiría el IVA, Rajoy y el Partido Popular elevaron en 2012 los tipos del IVA del 18% al 21% el general y del 8 al 10% el reducido, con el que fulminó definitivamente el consumo. Ese mismo año acabó con las deducciones por la compra de la vivienda habitual y subió el IVA para la compra de vivienda nueva. Además, elevó los impuestos especiales sobre el tabaco, el alcohol y los hidrocarburos. Y acordó que los pensionistas deberían pagar un 10% del precio de los medicamentos para, con posterioridad, instaurar el cobro por el transporte sanitario no urgente y la cofinanciación de las sillas de ruedas, prótesis y audífonos, entre otros. Por no hablar de las tasas universitarias, que subieron un 50% para que los alumnos pagasen hasta 540 € más de media por la primera matrícula.

Y puesto que de economía doméstica hablamos, sepa usted que en los cuatro últimos años de Gobierno del Partido Popular el recibo de la luz se ha incrementado la friolera de más de un 10%, mientras que la subida acumulada de la factura del gas natural se ha disparado un 9’1%. Hoy, un 11% de los hogares de nuestro país, que equivalen a 5’1 millones de españoles, se declaran incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada, lo que ha supuesto un aumento del 22% en apenas un par de años desde el último estudio. Eso que los expertos llaman pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética. Y con el invierno a la vuelta de la esquina.

Queda pues demostrado quién ha atracado de verdad el bolsillo del españolito de a pie en estos años. Así que menos lobos, señores del Partido Popular de Yebes. Y si quieren que hablemos del reflejo que estas políticas restrictivas y abusivas han tenido en la Educación de esta región, pues encantado. Aquí van algunas de las tropelías que cometió el Gobierno de Mª Dolores de Cospedal, que solo necesitó cuatro años para hacer añicos el sistema educativo que llevaba 14 años en vigor. No solo porque las ayudas que prometió no llegaron ni a una de cada cinco familias afectadas en Primero, Tercero y Quinto de Primaria. Lo peor fue que se cargó de un plumazo el programa de gratuidad total de libros de texto para todos los escolares y suprimió las rutas de transporte escolar, las becas de comedor y las ayudas por hijo a familias numerosas. A la deducción por la compra de libros en el IRPF no accedieron ni familias sin ingresos, muchas, ni las que tenían ingresos de más de 12.500 euros al año, que eran la inmensa mayoría. Y como no tenía bastante, decidió que Castilla-La Mancha sería la única comunidad autónoma en incorporar los libros de texto que ordenaba la Ley Wert, en lo que supuso un mazazo para las familias más vulnerables, con un gasto de 400 euros de media por alumno en el inicio de aquel nefasto curso escolar.

Dicho lo cual, solo me resta sugerir a los señores del Partido Popular de Yebes que la próxima vez que decidan lanzarse a la piscina, comprueben antes de zambullirse que está llena. Ya saben aquello de ‘gato escaldado, del agua fría huye’. Hasta la próxima.

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