Y se cayeron del guindo

Como San Pablo cuando fue descabalgado del caballo camino de Damasco, en el Partido Popular de Yebes han visto por fin la luz. Ocho meses después, se han tornado crédulos. Esa prodigiosa conversión ha sido posible por obra y gracia de unas declaraciones del director provincial de Educación. ¿Qué que dijo el bueno de Faustino Lozano? Pues nada del otro mundo. Simplemente, se limitó a repetir lo que diez días antes había proclamado el consejero de Educación. Algo en lo que el propio Ángel Felpeto y Alberto Rojo, delegado provincial de la Junta de Comunidades en Guadalajara, han insistido hasta la saciedad. Que de dilatarse las acciones que el Ayuntamiento de Yebes ha emprendido para rescatar la concesión y hacerse con la propiedad del ‘Luz de Yebes’, la Junta de Comunidades construirá un edificio de nueva planta en condiciones dignas en Valdeluz

Lo que en Yebes y Valdeluz es un clamor, para los populares solo eran cantos de sirena. Porque las madres y padres lo han tenido meridianamente claro desde el minuto uno. Nada que ver con el afán con el que se han empleado a fondo desde las filas del PP para sembrar sospechas y discordia. Con el único propósito de enmerdar. Así, como suena. De atizar las ascuas para que la hoguera de la difamación se mantuviese viva. Ellos sabrán el por qué de esa obcecación.

Ocho días después de haber esparccido el bulo por los medios de comunicación de que el consejero de Educación había venido a Valdeluz para decirnos a la cara que iban a meter a nuestros hijos en barracones, se han tenido que retractar de su propia mentira. Pero lo han hecho con la boca pequeña. Sin alharacas ni publicidad. Con una escueta entrada en su blog. Sin profusión ni vocero que les hiciese de altavoz. Papel al que se presta gustoso el charlatán de Lorenzo Robisco. Porque fueron ellos y solo ellos los que se inventaron y airearon esa mentira. Una falsedad que soliviantó a muchos vecinos, que reaccionaron con estupor e indignación ante esa salida de pata de banco. Solo tienen que darse una vuelta por las redes sociales.

Ahora nos vienen a decir que ellos no querían, oiga. Que donde dijeron digo, querían decir Diego. Curiosamente, nombre al que responde el portavoz leguleyo del PP. Ahora nos vienen con el cuento de que están encantados con que en septiembre tengamos un colegio de Infantil y Primaria. Que no tendrá ni un barracón y que no se mezclará a los alumnos de distintas unidades en una misma aula. ¡Vaya, pues va a ser que estos señores acaban de descubrir la pólvora! Pero si Felpeto, Rojo y el propio alcalde de Yebes jamás alimentaron esas falacias. Llevamos meses explicando que el colegio público de Yebes será como las madres y padres del municipio quieran. Que tendrá tantas líneas y aulas como se necesiten. Por lo visto, el Partido Popular de Yebes era el único que no se había enterado. Hasta ahora. ¿Por qué será? Seguro que algún día nos lo cuentan.

Pero como no todo el monte es orégano, los populares no han querido desaprovechar la ocasión para darle la vuelta a la tortilla. Dicen en su escrito de disculpa de mal pagador que esperan que el consejero de Educación cumpla su palabra de que se matriculará ‘a todos los alumnos de Infantil y Primaria que lo soliciten’. Pues no, señores del Partido Popular. La solicitud de admisión no garantiza la plaza. Ni aquí ni en ningún sitio de este país. Eso es sencillamente otra burda mentira de las suyas. Porque Ángel Felpeto nunca ha comprometido ese extremo. Lo que sí dijo en la reunión del 7 de febrero es que serán generosos con las ratios de alumnos por aula. ¿En qué cabeza cabe que se pueda abrir una clase sin solicitudes suficientes? Solo en la mente retorcida de esta morralla. Menos mal que las madres y padres de Yebes y Valdeluz saben a qué atenerse con ustedes.

Sean serios, señores del Partido Popular. Cuando una organización emite un comunicado, se preocupa de hacerlo llegar a los medios de comunicación para público conocimiento. Porque la visita a su blog no es plato de buen gusto para muchos. A ninguna redacción ha llegado. Claro está, era preferible hacerlo a hurtadillas. Incluso de mala gana. Aunque se han olvidado de algo. De pedir disculpas a los vecinos. A los que han tratado de utilizar para su nocivo interés. Hasta que han caído en la cuenta de que el colegio de Yebes dará respuesta a las necesidades de los padres. Y han decidido enterarse de algo que era obvio. Pues nada, bienvenidos al mundo real.